Padre Galo

Galo Antonio Fernández Fernández nace en Cadavedo el 7 de agosto de 1884. Alentado por sus padres, a los 13 años entra en el Convento-Noviciado de la Congregación de Oblatos de María Inmaculada, en Urnieta (Guipúzcoa).

La vida sacerdotal del joven Galo transcurre modesta y silenciosa en Conventos españoles y extranjeros de la Orden, al tiempo que adquiere una amplia cultura, especialmente en Historia, Arqueología y Lingüística.

Hombre políglota, hablaba francés, italiano, portugués, latín y traducía correctamente inglés, alemán, finlandés, griego y hebreo y conocía casi todas las lenguas y dialectos españoles. A pesar de su universalismo, cuando feliz e ilusionado llega a su aldea natal, vuelve a hablar en faliella como sus vecinos. Es en Cadavedo, en su Luisedo natal, donde, gracias a él, adquiere el bable valdesano calidad evocadora singular. El mieu llugar ya llindu miradoiruque sulliertu pal verde mare mira,pa la salsa qu'eslliende ya palpiraya ruxe cun nainante ruxidoiru.

Con el seudónimo de Fernán Coronas escribió centenares de rimas en el valdesano peculiar de Cadavedo. De este léxico había conseguido reunir no menos de 15.000 palabras, ordenadas y definidas para el Diccionario del bable occidental, que esperemos pronto vean la luz.

Su obra principal, Rimas Valdesanas, puede hoy admirarse en la Antología publicada por Antón García, con motivo de la XIV Semana de les Lletres Asturianes, permaneciendo aún inéditos el Poema de Covadonga, el Viacrucis valdesano y el Refranero cadavedano. Con no muy buena salud, Fernán Coronas abandona la orden religiosa y vuelve a Cadavedo.

Su devoción mariana le movió a crear una de las fiestas de más raigambre asturianista, La Regalina, declarada de interés turístico, en honor de la virgen de la Riégala, patrona de Cadavedo, y que desde 1931 se viene celebrando todos los últimos domingos del mes de agosto. Murió el Padre Galo el 28 de enero de 1939 en el Hospital Asilo de Villar (Luarca)